Cuando empecéis a leer vais a pensar que se me ha ido la
pinza. Pues no ni por asomo, nos teníamos que inventar una historia a raíz de la
foto de un compañero y di unas cuantas vueltas a la foto hasta averiguar lo que
era y pensar en alguna ocurrencia de las mías. Aquí os dejo mi gran ocurrencia
corta pero muy mía.
Ninguno de nosotros nos fijamos, pero casi siempre pasamos
por el lado o debajo de uno de ellos. No nos fijamos debido a que no hacemos ningún
esfuerzo por observar qué es lo que se cierra detrás de nosotros sin poner ningún
esfuerzo.
La mayoría de las veces que entramos en algún local sus puertas
tienen esta defensa, y pensarás porque defensa pues yo lo veo como una defensa
debido a que ese mecanismo es el que se preocupa de guardar tus espaldas de lo
que hay en la calle, pero también tiene su lado malo ya que también te expulsa
hacia un mundo nuevo del que tú has estado indefenso durante unos minutos sin pensar
nada de lo que ocurre a tu alrededor salvo en las cosas que debías de comprar.
Ok Claudia, aunque te lo podrías haber currado un poquito más.
ResponderEliminarDe nuevo te corrijo la redacción:
Cuando empecéis a leer vais a pensar que se me ha ido la pinza (aquí deberías haber puesto un punto) pues no ni por asomo, nos teníamos que inventar una historia a raíz de la foto de un compañero y di unas cuantas vueltas a la foto hasta averiguar lo que era y pensar en alguna ocurrencia de las mías (otro punto) y aquí os dejo mi gran ocurrencia corta pero muy mía.
Ninguno de nosotros nos fijamos, pero casi siempre pasamos por el lado o debajo de uno de ellos,(punto en lugar de coma) no nos fijamos debido a que no hacemos ningún esfuerzo por observar que (qué) es lo que se cierra detrás de nosotros sin poner ningún esfuerzo.
La mayoría de las veces que entramos en algún local sus puertas tienen esta defensa, y pensaras (pensarás) porque defensa pues yo lo veo como una defensa debido a que ese mecanismo es el que se preocupa de guardar tus espaldas con (de) lo que hay en la calle, pero también tiene su lado malo ya que también te expulsa hacia un mundo nuevo del que tú has estado indefenso durante unos minutos sin pensar nada de lo que ocurre a tu alrededor salvo en las cosas que debías de comprar.